En este punto, no es necesario que te compliques la vida, ni que te gastes cientos de miles de pesos en organizadores especiales ni nada por el estilo. Personalmente, organizo mi clóset por prendas, comienzo por las faldas, luego pantalones o leggings, camisas y blusas, sacos, chaquetas y abrigos. Aparte en canastos pequeños, doblo las camisetas informales, en otro las medias, los brassiers, los calzones y las medias veladas o de lana largas. Es muy sencillo. Muchas personas también optan por ordenar todo por colores, que da un efecto de arco iris muy bonito, pero ten en cuenta de que esto es algo más complicado de mantener. Todo en realidad se reduce principalmente al clóset que tengas y la cantidad de espacio donde vas a disponer tus cosas.
Ahora bien, esta es quizás la parte más fácil si haz seguidos los pasos anteriores con cuidado. Según la ropa que te quedó tras eliminar y catalogar lo que tenías, debe ser sencillo identificar cuál es el color que predomina entre lo que tienes. Si te gusta, ese será el color base para tu guardarropas. No obstante, ten en cuenta que este color te quede bien según el tono de tu piel y tu pelo. Alguna vez alguien me dijo que las personas podían ser negras o cafés, refiriéndose al color que mejor les quedaba. No creo tanto que sólo se limite a estos dos colores, pero sí que no todo es para todos. En mi caso, como soy blanca y rubia me queda bien el negro, pero no es tan sencillo, ya que el color de mi pelo no es tan amarillo, y mi piel tiene un tono oliváceo y junto con mis ojos de color café, el marrón también me queda bien. Viendo lo que hay entre mi ropa, el color que predomina es el negro, así que este será la base de mis colores:
...y finalmente.
La gracia de haber hecho esta suerte de rehabilitación de tu guardarropas, es que se facilite tu diario vivir y dejes los dilemas existenciales cada mañana al no saber bien cómo combinar lo que tienes sin repetir las mismas pintas todas las semanas. Así mismo, cuando vuelvas a ir de compras, sabrás bien qué tipo de cosas buscar, y dejarás de invertir tu dinero en esas prendas inútiles que todos sabemos jamás usarás. Entrando en este tema del shopping, te aconsejaría también que definas más o menos en qué fechas u ocasiones vas a determinar cierta parte de tu presupuesto para ropa. Si tienes una debilidad por la moda, como yo, pero no mucho efectivo, o quieres invertirlo en cosas distintas como accesorios para tu apartamento, arreglos para tu carro, viajes, libros, etc, te recomiendo comprar pocas cosas cada mes o cada temporada en que los almacenes cambien su colección. Algo que yo intento hacer cada año es ir a tiendas como ZARA en épocas de descuentos, que vendrían siendo finales de enero, abril y octubre aproximadamente. Te vuelves loca, todo está al 30%, 50% y 70%. He llegado a comprar abrigos de $600.000 a $100.000, y me alcanza para el tripe de cosas que durante el pico de la temporada, la única desventaja es que hay menos cosas o en tallas extrañas, muy grandes o demasiado pequeñas. De todas formas vale la pena intentar.
