Antes de comenzar este post, quería aclarar una cosa. ¿Recuerdan que más o menos desde junio empecé a dividir el blog en secciones que hacían parte de una edición con un tema cada mes? Bueno, por cuestiones de tiempo, me ha quedado difícil dedicarme lo suficiente al blog como para consolidar el nivel de contenido que antes preparaba para cada mes. Por eso he decidido aumentar el lapso de tiempo entre una edición y otra a 3 meses, de modo que el blog siga siendo consistente editorialmente. Así que el Girl Power seguirá hasta el 1 de Octubre (el día de mi cumpleaños!).
Esta mañana tuve una epifanía mientras me duchaba entre sueños tras una noche de insomnio. No me pregunten cómo ni por qué, pero creo que finalmente entendí lo que significa (o debería significar) ser feministas hoy. Tranquilas, no se preocupen, no estoy escribiendo una cartilla revolucionaria, anacrónica y aburrida sobre lo que significa políticamente ser mujeres y más blablablás. Pero sí me parece importante, y más en un mundo tan retorcido como en el que vivimos, que todas podamos tener y estemos en total control sobre lo que somos y lo que queremos ser.
De clichés y realidades...
Seguramente cuando escuchan la palabra feminismo la primera imagen que se les viene a la cabeza es de una mujer para nada femenina, sin depilar y de mal genio, que anda insultando a los hombres a su paso y mirando con desdén a las mujeres que se visten de manera provocativa, o algo así. Pero en realidad no hay nada más alejado de la realidad. Bueno, debo aceptar que hay muchas mujeres que se autoproclaman feministas que sí son así, pero la verdad es que esto es algo que va mucho más allá.
El feminismo, como yo lo entiendo y lo vivo, es la apología a todo lo que puede ser una mujer, a sus fortalezas. Es decir, para mí, una feminista es aquella mujer tan frágil como fuerte, tan independiente como romántica, tan maternal como trabajadora, tan linda como capaz de todo lo que se proponga. ¿Es que, por qué no habríamos de celebrar ser mujeres, si nadie más es tan complejo y perfecto como nosotras? Y sí, sueno como la persona más cursi e idealista, pero es que es totalmente cierto, y ya faltaba que alguien lo dijera.
La epifanía que tuve está relacionada directamente con nuestro autoestima. Nunca antes había podido entender qué relación tenía esto con nuestra vida, más allá de sentirnos "bonitas" o "feas", pero en realidad creo que esto es la base de todo nuestro comportamiento. Me explico, podríamos pensar en el autoestima como la fuerza que mueve el motor que es nuestro cuerpo. Me pondré como ejemplo. Creo sinceramente que todos los males que he sufrido en la vida (mis problemas del corazón), han sido por culpa de mi falta de self-love. Las dos veces que he estado involucrada "seriamente" con hombres han terminado en desastre espiritual, que termina por convertirse en desastre físico. ¿Por qué? Pues porque nunca me había podido querer lo suficiente como para asumir que yo valgo más que cualquier noviecito de temporada. Se acuerdan de esa escena de Sex and The City, la película, cuando Samantha le dice a su über sexy novio cuando van a terminar "I love you, but I love myself more". Bueno, esa frase resume lo que todas deberíamos sentir siempre. Cuando uno se ama a sí mismo lo suficiente, difícilmente algo o alguien podrá dañarnos, y todas las caídas que tengamos en la vida, serán para bien y además más fáciles de llevar a cuestas.
Entre sabanas
Amor, amor, amor...
Hace unos días, investigando un poco para este post, leí por ahí que las inseguridades de una mujer siempre toman forma femenina. La vocesita que nos perturba las viva a veces, siempre es otra mujer distinta a nosotras. Por ejemplo, no sé si les haya pasado, pero siempre que salgo a rumbiar con mis amigas, cuando llega el momento en que todas se dispersan y bailan con otros hombres, conocidos o desconocidos, y a mí nadie me saca, empiezo a sentir que no soy lo suficientemente linda o flaca o bajita (porque soy muy alta), etc. Y se me ocurren mil y una excusas, a fin de cuenta estúpidas, que me dañan un poco la noche y la vida. Esa es "la otra mujer" de la que hablo, esa con la que nos comparamos en momentos de ese estilo. Siempre creemos que todas las mujeres nos superan de alguna forma, ¿no?
Incluso cuando creemos en que "todos los cuerpos son hermosos", y hacemos parte del creciente movimiento llamado Body-Acceptance, no logramos aplicar esos sentimientos a nosotras mismas. Vemos la publicidad de Dove donde aparecen decenas de mujeres "reales", y la más gorda, la más larga, la más rara, siempre la veremos más linda que a nosotras mismas. Y eso, aunque fuera cierto, no debería hacer que nos sintamos inferiores.
Obvio siempre hay días en que nuestra fuerza interna amanece defectuosa, pero esos momentos hay que verlos y sentirlos como hechos aislados. Como alguna vez me dijo mi psiquiatra, "el hecho de que una situación te haga sentir mal, no significa que tu vida esté mal, o que te sientas mal en general, solo fue ese episodio específico, entiéndelo y superalo. Es todo". Con eso en mente, se va haciendo cada vez más fácil llevar la vida con una carga ligera y mucho amor cósmico. <3 p="p">
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