Colombias Next Top Model: Un momento incómodo prolongado

Créanlo o no, el miércoles vi por primera vez Colombia's Next Top Model. La verdad no sé si  no haberlo hecho antes era un sacrilegio o por el contrario, fue un total desastre haberlo visto siquiera. Sé que puede sonar a exageración, pero mi decepción fue grande, aún cuando ya estaba preparada. Al punto que nisiquiera sé bajo qué sección taggear este post, ¿Recomendados? No recomiendo ver este show... ¿Biblia de la Moda? Ehh.. No creo... Y es que este es el hecho más lamentable, la manera como en realidad toda la producción revolotea alrededor de esa insaciable y desesperada búsqueda de drama, polémica barata y viejas sin ropa, en vez de enfocarse en lo que debería ser obvio para ellos, la moda, el modelaje y el profesionalismo en este medio.  Siento que tengo mucho que decir al respecto, porque la verdad me indigna sobremanera el desperdicio irrevocable de recursos que mientas se van por la borda, pareciese que el Canal Caracol buscara con desespero su propio Protagonistas de Novela. Insisto, me indigna porque utilizan la moda como pretexto para lo que en realidad se me hace un muy mal chiste, un momento incómodo que se prolonga de lunes a viernes en horario especial.

Cuando hablo de recursos desaprovechados, me refiero a los jueces, que excepto por el "fotógrafo" de las Chicas Águila que no sabe ni dónde está parado con su "very nice", siento que tienen suficiente potencial y talento para que CNTM hubiera estado a la altura de cualquier concurso de televisión estadounidense. Obvio, Catalina Aristizabal no es Tyra (¿o Tyra es Carolina Guerra? es algo que no he podido entender), pero sí se puede tomar como una equivalencia en nuestro país. El problema es que se prestan, con sus comentarios fuera de lugar y mano floja para la crítica constructiva, para generar eso que tanto me molesta, la polémica gratuita. ¿De aquí a cuando es necesario decirle a una "modelo" que "se cree una liebre que va más rápido que todas y que no se fija en sus compañeras las tortuguitas que le van a ganar pese a su actitud sobrada"? En verdad no entiendo qué quiere decir. Nadie entiende, no tiene el menor sentido. El único propósito es que el colombiano promedio diga "Uy esa hijueputa si es mala, sssss", y creo que ese no es el punto del programa, ¿o tal vez sí?

Por otra parte está esa jauría de "modelos" feas, y que lejos de las medidas perfectas van en busca de su sueño de ser la próxima Chica Águila. Es que este programa se debería llamar así: "Colombia's Next Top  Chica Águila", porque entre otras cosas, no vi que el premio realmente les abriera ninguna puerta en el modelaje de alta costura o algo parecido. Para eso parece que las entrenaran, para  estar colgadas en la pared de la tienda de la esquina, del billar de mala muerte, de la carnicería del barrio o en el mejor de los casos, en el taller mecánico que visitamos cuando hay que hacerle el mantenimiento al carro. *Spoiler Alert* Allí es donde las verán, siendo morboseadas por tipos desagradables que miran entre fogosas fantasías. O corríjanme si me equivoco, ¿acaso ustedes cuelgan en sus corchos de inspiración, entre su foto de una pasarela de Chanel y su Frida Kahlo, el calendario de Águila? No creo.

No me malinterpreten cuando digo que las modelos son feas y no tienen medidas perfectas. Yo más que nadie defiendo a capa y espada el derecho que todas las mujeres tenemos a ser hermosas sin que nos condicione la letra o el número en una etiqueta, pero cuando hablamos específicamente de las modelos de pasarela o alta costura, hay que ser tan sinceros como exigentes. Es decir, poniéndolo de la manera más cruda, a las modelos se les paga para ser percheros humanos y lucir la visión de un diseñador con excelencia, y esto incluye, por motivos que difícilmente cambiarán, tener una altura ideal, caminar con garbo, elegancia y estilo, posar con gracia y glamour, y lamentablemente, tener medidas perfectas. Por eso, si me dijeran "Colombia's Next Regular Person", en ese caso todas las participantes son divinas, pero como estamos hablando de aspirantes a modelos, entonces sí, pésimo trabajo de casting...

 Cosa que ni siquiera una de las jurados pudo negar en el primer capítulo cuando en otras palabras dijo que "ninguna tiene madera de modelo", y si mi memoria no me falla hasta se atrevió a decirle a un espécimen arquetípico de la "narco estética”, que "mejor dedíquese a ser modelo de jeans-levanta-cola". Sus palabras, no las mías. Y la peor parte es que por lo menos en el formato original aceptan varios tipos de belleza, por lo mismo que el modelaje tiene distintas ramas como las Plus-size y las de catálogos. Aquí en cambio se buscaron a las más buenonas, mostronas, vulgares y poco agraciadas que pudieron encontrar.

Finalmente, a riesgo de sonar como una neurótica, siento lástima por la casa donde habitan, ya que empezando por quienquiera que se haya encargado de decorarla hasta las mismas "modelos", se han encargado de volver lo que parece una mansión de revista, en un hostal de poca monta. Se me eriza la piel al ver cómo se tiran un Wok para hacer un revoltillo de huevos, o una plancha profesional con arepas. No tengo palabras. Sobre todo porque se nota la falta de atención a los detalles en todo sentido, desde la casa mal decorada y condicionada (¡Hay un solo baño!), hasta la pobre decisión de peinar y maquillar a las participantes en Bogotá para luego mandarlas a un shooting en Cota.

¿Es que no tienen suficiente presupuesto para contratar un equipo de belleza? Lo dudo, porque por la pinta del judging room y todas las prendas que les regalan (¿ o prestan?) a las concursantes en cada capítulo, pareciera lo contrario. En fin, no lo vean nunca. O pues, véanlo para que se den cuenta de esta crónica de un fiasco anunciado.