Navigation Menu

Enamorarse o la toxicidad




Dicen por ahí que enamorarse además de ser un capricho de la soledad, es una reacción químico-neurológica; será entonces que cada uno de nuestros antojitos es netamente científico. Me parece tristísimo tener que aceptar alguna de estás dos tesis que buscan permear nuestro imaginario colectivo. Que si una se enamora puede ser por muchas cosas más, o eso creemos mi pequeño aldea imaginaria y yo. Además  si enamorarse fuera una vaina tan científico-impulsivo-emocional porqué muchos de nosotros nos aculillamos y buscamos excusas pendejas para no dejarnos “fluir.” Es que no me cabe en la cabeza (¿será que la tengo muy pequeña?) cómo es posible, que una encuentre una cantidad infinitesimal de razones para auto-convencerse de que el prospecto es o no es. Como era de bonito antes cuando los romances más hirsutos parecían desarrollarse sin ningún bollo de: “es que he tenido muy malas experiencias” o “no es el momento, quizás después” o “me recuerdas tal o cual cosa.” A ver, no es que yo crea que uno tiene que ir por la calle y zim caer en las garras del primer pati-zambo que se le atraviese, ni más faltaba. Pero, porqué tenemos tanto miedo de dejarnos llevar. En últimas, no tenemos que hacer ningún acuerdo pre-nupcial o en casos más reales pre-novial para tener la certeza de que no tenemos nada que perder intentándolo. 

Follow my blog with Bloglovin

0 Comentarios:


free blogger templates - achat vente scripts