Hace un tiempo me ofrecieron un trabajo en una revista de moda y cultura muy reconocida aquí en Bogotá. Yo acababa de escribir un artículo de viaje para su edición impresa, y fui a recoger mi pago. Sin saber, me entrevistó el director de la revista on the spot. Ese día me fui con una falda midi de color bronce, con mucha caída, un cuello tortuga negro, chaqueta de jean negra estilo biker, botines de charol y medias veladas. Quería causar una buena impresión, vistiendo algo que hablara de mi estilo, pero que fuera lo suficientemente serio para que no me tomaran solo como una estudiante. Sin embargo, cuando llegué a las oficinas, me sorprendió encontrar a algunas de las creadoras de contenido, en jeans y tenis y el pelo hecho un bollito desordenado, tal y como si estuvieran saliendo de una entrega que les tomó 3 semanas y 57 litros de café. Aunque sé que la manera como uno se viste, no disminuye nuestro talento, ni la calidad del trabajo que hacemos, sé que sí puede llegar a tener un efecto negativo -o positivo- en la manera como los demás nos perciben, y esto es especialmente cierto en el ambiente laboral. Sé que muy pocas mujeres tienen la oportunidad (¡y el presupuesto!), para ir de shopping spree post-universitario; pero sé también que con un poco de intuición y creatividad, todas podemos vernos como las jóvenes profesionales que queremos llegar a ser. Por eso he decidido hacer una serie de posts para ayudarlas a reinventar su estilo personal, ahora que se enfrentan a esta nueva etapa. En este post encontraron 120 consejos para empoderarse emocionalmente, y ahora les trago la parte material, para que lo que está por dentro concuerde con lo que está por fuera.
Guía de estilo para la joven profesional
Hace un tiempo me ofrecieron un trabajo en una revista de moda y cultura muy reconocida aquí en Bogotá. Yo acababa de escribir un artículo de viaje para su edición impresa, y fui a recoger mi pago. Sin saber, me entrevistó el director de la revista on the spot. Ese día me fui con una falda midi de color bronce, con mucha caída, un cuello tortuga negro, chaqueta de jean negra estilo biker, botines de charol y medias veladas. Quería causar una buena impresión, vistiendo algo que hablara de mi estilo, pero que fuera lo suficientemente serio para que no me tomaran solo como una estudiante. Sin embargo, cuando llegué a las oficinas, me sorprendió encontrar a algunas de las creadoras de contenido, en jeans y tenis y el pelo hecho un bollito desordenado, tal y como si estuvieran saliendo de una entrega que les tomó 3 semanas y 57 litros de café. Aunque sé que la manera como uno se viste, no disminuye nuestro talento, ni la calidad del trabajo que hacemos, sé que sí puede llegar a tener un efecto negativo -o positivo- en la manera como los demás nos perciben, y esto es especialmente cierto en el ambiente laboral. Sé que muy pocas mujeres tienen la oportunidad (¡y el presupuesto!), para ir de shopping spree post-universitario; pero sé también que con un poco de intuición y creatividad, todas podemos vernos como las jóvenes profesionales que queremos llegar a ser. Por eso he decidido hacer una serie de posts para ayudarlas a reinventar su estilo personal, ahora que se enfrentan a esta nueva etapa. En este post encontraron 120 consejos para empoderarse emocionalmente, y ahora les trago la parte material, para que lo que está por dentro concuerde con lo que está por fuera.
Sobre María E: Mariaelvira
María E. nació con una curiosidad apasionada y una siempre creciente creatividad. Para ella, el estilo está por encima de las tendencias; la mujer con verdadero estilo es aquella que encuentra en la moda un lenguaje, quien es capaz de transformar y crear su propia realidad utilizando su intelecto y vestimenta como herramientas fundamentales.
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