Por María Juliana Serrano
Hace poco leí en uno de los pocos buenos periódicos que hay en
esta ciudad un artículo titulado “El clítoris no es un timbre.” Me resultó de
lo más excelente saber que alguien por fin hace consciencia de eso. Que cuando
una está en el momento, lo que menos quiere es que la traten como un botón de on-off; la razón más simple es que lo
que más la calienta a una es el fore-play,
como esa frase que dice que sólo deseamos más fervientemente lo que se
demora en llegar. Y si bien, nosotras también nos equivocamos al momento de
follar, tirar, hacer el amor o como se le quiera decir, les tengo noticias: no
hay nada tan importante como que sepan jugar y bien. Aunque es parcialmente
cierto lo que muchos dicen de que la duración, el tamaño y demás cosas
importan, a la hora de la verdad es todo el coqueteo previo el que más nos pone
a punto. El que la inviten a una a comer, a bailar, le pongan música, se porten
sexys y cariñosos, es mucho más importante para la excitación de una que el que
se pongan a elegir uno de los dos extremos: muy patán o muy melancólico. No
estoy diciendo, que una se lo va a dar a todo patizambo que una se encuentre y
cumpla con estos requisitos. A la hora de la verdad, hay muchas más cosas
involucradas en el sexo que una atracción netamente carnal u emocional. Eso me
hace recordar una frase que marco mi manera de ver la sexualidad: “Me seducen
las mentes, me seduce la inteligencia, me seduce una cara y un cuerpo cuando
veo que hay una mente que los mueve que vale la pena conocer, conocer, poseer,
dominar, admirar, LA MENTE, yo hago el amor con las mentes, hay que follarse a
las mentes.”
😍😍😍 Ufff sin palabras de cierta manera
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