En cuanto vi la noticia de que Disney hará una colaboración para decorar las vitrinas de Barney's en Nueva York durante toda la temporada navideña, exploté de emoción. La idea es darle vida a los siempre adorados personajes, haciéndolos pasar por super modelos en la nueva campaña Electronic Holiday. Sin embargo, la polémica no se hizo esperar, cuando el director creativo de Barney's explicó la razón detrás del cambio extremo de cada personaje. Dijo que la Minnie o Daisy clásicas no portarían bien los diseños de casas de moda como Lanvin, Dolce & Gabbana, y por eso era necesario recrearlos con las proporciones que se manejan actualmente en la industria de la moda y el modelaje internacional.
Yo todavía no sé qué pensar de todo el lío, porque por una parte, aprecio la estética y belleza del trabajo que ya han construido en colaboración. Nadie puede negar el talento de los artistas detrás de los personajes y la campaña publicitaria, pero sí es bastante contradictorio el hecho de que utilicen personajes propios de la niñez, que por generaciones han sido el ejemplo para niños y niñas en todo el mundo, que para acoplarse al mundo de la moda tengan que perder algunos kilos, elevarse muchos centímetros y contorsionarse como las It girls de las pasarelas, me parece fatal. Pero bueno, dejando ese pequeño gran problema de lado, espero que disfruten viendo a las estrellas de la moda como Daphne Guiness, Carine Roitfield, el fotógrafo Steven Meisel, o Naomi Campbell, acompañadas de Cruela de Vil, el Capitán Garfio o el gato Cheshire de Alicia en el País de las Maravillas...