3 Pasos para ser Curvylicious

Hace exactamente 2 años comencé un tratamiento psiquiátrico con unas pastillas que mágicamente me hicieron sentir como si nada malo pudiera pasar en el mundo. Pero como toda bendición llega con un pequeño side effect, me engordé aproximadamente 25 kilos gracias a este mismo tratamiento. Por mucho tiempo pensé que prefería estar más gorda y no más triste, pero ahora que he logrado mantener mi estabilidad emocional, y todo en mi vida pinta muy bien, siento que he chocado con una pared de nuevos complejos, que aunque intento incesantemente superar, a veces se llevan lo mejor de mí, haciéndome sentir como que mi peso definiera lo que soy. Y bueno, no es completamente falso que esto sea así, pero no debería serlo desde la perspectiva que me abruma, es decir, obviamente la relación con mi cuerpo y con mi peso tiene mucho que ver con mi relación con el resto del mundo, pero debería ser siempre para bien, no para sentir que mi valor se ve amenazado por unos kilos de más. Yo siempre he luchado por transmitir y arraigar en mí la importancia de amar nuestro cuerpo, curvas y todo, por eso me frustra tanto sentir en cierta medida que pierdo el control sobre mí misma. De modo que para validar todo lo que pienso, quiero compartir con ustedes estos tips para nunca olvidar que dentro de nosotras está todo el potencial para ser las mujeres que aspiramos ser.

Antes de saber a dónde quieres llegar, debes saber quién eres ahora. Es muy difícil entender quiénes somos, todo el tiempo dejamos que las cosas externas a nosotras mismas sean lo que definan lo que hacemos y pensamos, pero creo que esto es un error. Por mucho tiempo he estado en un extraño conflicto interno entre todas las cosas que me apasionan. Muchas veces incluso he sentido que debo relegar algunos aspectos de mí en favor de otros, que debo eliminar parte de lo que amo solo porque no necesariamente es coherente con lo demás que hay en mí. Por ejemplo, mi parte fashionista, mi obsesión por buscar la belleza en todas las cosas, mi colección infinita de revistas de moda, mi secreta obsesión con los temas de auto-ayuda y mi debilidad por enterarme de las vidas ajenas; en contraposición a mi sensibilidad por las artes, mi curiosidad filosófica y literaria, mi cinefilia creciente y mi visión sobre dramatizada del mundo. Tan sencillo como que estoy enamorada de Lana del Rey y me derrito escuchando a The Smiths. Sé que puede sonar estúpido, pero a veces tantos contrarios me confunden, siempre siento que tengo que probar mi intelecto, mi garbo artístico, pero que lo traiciono con mi fijación incesante por la cultura pop. Sin embargo he llegado a un punto en que en vez de sentir una imperiosa necesidad de negar una parte de mí, prefiero asumir que cada uno de mis discrepantes aspectos son todo lo que me conforma y que no se necesita más punto en común que mi mente y mis ideas. Por lo mismo, y continuando con la idea de que cuando sabemos lo que somo podemos llegar a donde sea que queramos ir, en cualquier sentido posible, al entender un poco todo lo que me conforma, entiendo que mi camino se debe desplegar hacia un lugar donde logre ser mi versión y visión ideal de mí. En mi caso, mi sueño más grande es tener una revista, y creo que ese será el lugar ideal para estar en paz con lo que soy.  Además, como dicen por ahí, no se puede vencer al enemigo sin saber a qué nos enfrentamos; y en un lugar donde el enemigo podemos ser nosotras mismas, más vale que podamos tener el control, y no dejar que nuestras inseguridades se lleven lo mejor de lo que somos. 

Sin entender por qué, la manera como nos vemos, la ropa que usamos, tienen un efecto psicológico enorme sobre nuestro comportamiento y la manera como nos sentimos. Por eso, aunque no hay por qué esclavizarse o acomplejarse frente a las posibilidades que nos ofrece la moda, sí es bueno conocer nuestros cuerpos y resaltar lo mejor que tenemos.

Tips y Trucos
Ojos que maten
Los ojos transmiten el mundo entero con una mirada, con ellos seduces, encantas y enloqueces a cualquiera.



Curvas peligrosas
Atrás quedan esos días inútiles en que nos hacían pensar que las curvas había que esconderlas, mejor acentúalas y siéntete orgullosa de lo que Dios te dio. Dependiendo de la forma de tu cuerpo, aprovecha cierto tipo de prendas para exaltar lo mejor de ti.

• Si tu cintura es recta y tus caderas y hombros tienen un ancho similar, busca vestidos o faldas de tiro alto que generen la ilusión de reloj de arena. 

• El cuerpo de pera necesita de un balance entre tu parte inferior y superior. Utiliza colores oscuros y prendas medianamente ajustadas abajo y colores fuertes, estampados y volumen en la parte de arriba.  

• Para un cuerpo de triángulo invertido debes acentuar tu parte inferior con volumen y color, y equilibrar tu mitad superior con colores neutros y pocas texturas.  

• No escondas tu figura de reloj de arena, resalta tus curvas con prendas que marquen tu cintura. 

Pelo que encante
El atributo más femenino que podemos tener las mujeres es nuestro pelo. Sea corto, largo o estilo garçon, cuídalo y resáltalo con accesorios y peinados, procurando que siempre se vea saludable y precioso.

Finalmente, la base de todo está en confiar en ti. Confiar en que tú eres capaz de ser y hacer lo que decidas, confiar en que eres perfecta en tu imperfección y en que estarás en paz con todo eventualmente. Agradece cada día a Dios, a la vida, a Buda o a quién quieras que estás aquí, que la vida y el cuerpo que te pertenecen están en tus manos y en todo momento tienes la oportunidad de cambiar y disfrutar cientos de pequeños detalles. 

Mientras sientas que todo se te viene encima, que la confianza no llega aunque lo fuerces, la única alternativa que sé que funciona mientras tanto es "fake it 'till you make it". Mi psiquiatra dice que uno no puede fingir algo que en realidad no sabe, por ejemplo, una persona inteligente puede pretender ser estúpida, pero una persona estúpida no puede falsear inteligencia, sin embargo en este caso yo siento que el amor propio es algo inherente a todo ser humano, solo que muchas circunstancias hacen que este quede enterrado en los profundos abismos de corazón. Pero es nuestro trabajo más importante bajar, enfrentarnos a nuestros demonios y superarlos, para recuperar todo el tiempo que hemos perdido sintiéndonos menos, pues no lo somos. Entre peor te sientas, mejor debes actuar, así balancearás todo en ti, y eventualmente verás los resultados de estar bien. Es decir, si hoy te levantaste sintiendo que la vida te ganó, con ganas de llorar y quedarte escondida bajo tus cobijas el resto de la semana, pues oblígate a abrir las cortinas, date un buen baño de burbujas, maquíllate y ponte tu mejor par de zapatos, sal a la calle y llévate al mundo entero por delante. Y con esto me refiero a que hagas todo lo que te haga feliz, haz feliz a los demás, cómete el postre de chocolate más grande que encuentres, lee la novela más cursi, mira la película más chistosa, o investiga en qué andan las Kardashian. A quién le importa, cualquier cosa que te produzca placer, también será el motor para tu felicidad, fuera toda culpa. Pronto esto no implicará un esfuerzo, será algo innato en ti. 

Y como último tip, es algo que nunca he intentado, pero que sí está entre mis planes hacer, y es escribir y decir frente al espejo cada mañana mis propias afirmaciones mágicas. Si Lena Dunham y la escritora Amalia Andrade lo hacen, ¿por qué nosotras no? Escribe lo que quieras, lo que sientas que necesites, aunque suene estúpido, aunque parezca iluso, nada está de más en nuestra búsqueda de felicidad y amor. 

Finalmente, y a riesgo de sonar como un libro de auto-ayuda, nunca te rindas, no dejes que factores externos a ti, personas, paranoias y situaciones tomen el control de tu relación con tu cuerpo y con el mundo. Jamás dejes que tus estándares los definan una estrategia de mercadeo que ni siquiera sabe que tú existes. Es estúpido sentir que nuestro valor se puede determinar por la manera como nos vemos, o peor aún, por no vernos igual que una foto alterada mil veces. Obvio, no somos angelitos en un jardín de la perfección, pero vamos por un camino, que con algunos tropiezos, nos debe llevar a ser la mejor versión de nosotras mismas, no la visión mediocre de terceras personas, que en su egoísmo dejan de lado lo que realmente importa en pos del dinero y la superficialidad. Y ¡ojo! no digo que la manera como nos vemos no tiene ninguna importancia, pues yo más que nadie creo que esta es nuestra carta de presentación al mundo, pero lo que nosotras elegimos como imagen está bien mientras nos sintamos increíbles e imparables. Todo debe llegar al equilibrio, tanto desde afuera como desde adentro. Así que insisto, no se dejen avasallar por los medios, por la gente insegura e ignorante, tengan una armadura irrompible para sortear todas las adversidades de este mundo complejo, pero nunca dejen de buscar su propia felicidad y el amor que se merecen.